La creatividad suele asociarse con la libertad mental, la capacidad de conectar ideas inesperadas y la generación de soluciones innovadoras. Sin embargo, nuestra mente no siempre es una aliada en este proceso. Existen ciertos atajos mentales, conocidos como sesgos cognitivos , que pueden limitar nuestra capacidad creativa sin que nos demos cuenta.
Desde la tendencia a quedarnos con la primera idea que nos parece válida hasta el miedo a lo desconocido, estos sesgos pueden restringir la exploración de nuevas perspectivas y obstaculizar la generación de ideas verdaderamente originales.
En este artículo exploramos algunos de los sistemas cognitivos más comunes que afectan la creatividad y cómo superarlos para potenciar nuestro pensamiento innovador.
1. El sesgo de fijación: cuando una idea se vuelve un ancla
Este sesgo ocurre cuando nos aferramos demasiado a una idea inicial y nos cuesta explorar alternativas. Es común en Brainstorming o procesos de ideación, donde las primeras sugerencias suelen definir el camino de todo el grupo, limitando la diversidad de pensamiento.
Cómo superarlo:
- Practicar técnicas como el “pensamiento lateral” de Edward de Bono, que obligan a cambiar de enfoque.
- Usar la técnica de los seis sombreros para pensar , donde cada participante asume diferentes perspectivas en la evaluación de una idea.
- Aplicar la “regla de los 10” (no aceptar la primera idea como definitiva hasta haber generado al menos diez alternativas).
2. El sesgo de confirmación: buscando solo lo que queremos ver
Este sesgo nos lleva a buscar y valorar únicamente la información que refuerza nuestras creencias o ideas previas, evitando cuestionarlas. En creatividad, esto puede hacer que ignoremos ideas disruptivas simplemente porque no encajan con lo que ya creemos que es “correcto”.
Cómo superarlo:
- Exponernos deliberadamente a opiniones contrarias o poco familiares.
- Buscar inspiración en disciplinas ajenas a nuestro campo de trabajo.
- Fomentar equipos de trabajo diversos donde haya diferentes puntos de vista.
3. El sesgo de aversión a la ambigüedad: el miedo a lo incierto
Nuestra mente prefiere lo conocido, lo que nos resulta familiar y predecible. Pero la creatividad implica moverse en la incertidumbre, probar caminos sin garantía de éxito. El miedo a lo desconocido puede hacer que nos quedemos con ideas seguras en lugar de explorar lo realmente innovador.
Cómo superarlo:
- Practicar la experimentación sin apego al resultado.
- Adoptar una mentalidad de “aprendizaje” en lugar de “rendimiento”, viendo los errores como parte del proceso.
- Explorar ejercicios de “creatividad forzada”, como generar ideas con restricciones extremas para salir de la zona de confort.
4. El sesgo de conformidad: cuando el grupo limita la creatividad
La presión social puede hacer que adoptemos las ideas predominantes en un equipo, incluso si no son las mejores. Este sesgo es particularmente peligroso en reuniones creativas, donde las opiniones más fuertes pueden dominar la conversación y desincentivar la expresión de ideas diferentes.
Cómo superarlo:
- Fomentar espacios donde cada persona escriba sus ideas antes de compartirlas en grupo (brainwriting en lugar de Brainstorming).
- Rotar a las personas que lideran las sesiones creativas para evitar jerarquías fijas.
- Crear un entorno donde el disenso sea bien recibido y se valore la exploración de ideas atípicas.
Hackeando nuestra mente para potenciar la creatividad
Si bien los sesgos cognitivos son inevitables, ser conscientes de ellos nos permite minimizarlos y trabajar con mayor libertad creativa. Explorar técnicas para ampliar nuestro pensamiento, aceptar la ambigüedad y fomentar entornos donde la diversidad de ideas sea bienvenida puede marcar la diferencia entre una idea promedio y una realmente innovadora.
¿Y vos? ¿Qué sesgo cognitivo cree que más afecta tu proceso creativo?